Nunca jamás un paso atrás
Sinceramente no me puedo quejar, no, no tengo con qué hacerlo. Aunque debo admitir que soy todo un quejón, ya me lo habrá dicho Roberto mas de 14 veces, y ya harán mas de 14 veces que lo he ignorado...
Si me pongo a observar qué es lo que hay de nuevo en mi vida, me doy cuenta de que no es mucho. Pero son esos detalles, los pocos que han cambiado los que la han hecho mucho mejor. Ahora la vida es aún mas "vivible", menos insufrible, me muevo más y con mayor libertad, paradójico que lo haga dentro de lo que es mi ínfimo espacio personal.
Ese lugar que es sólo nuestro, el "sanctum sanctorum" de nuestro espíritu y escencia, está mas brillante, pulido y majestuoso de lo que nunca había estado jamás, aunque aún le falta bastante trabajo.
Es simplemente esperanzador saber que no estás para nada sólo. Para tí, gracias.
Siempre han sobrado motivos para deprimirse, lo sabes muy bien, lo has vivido en la fragilidad del alma. Pero hey! abre los ojos, despierta, observa, percátate de la fuerza del espírtu, que aprende y se recupera. Siempre lo has sabido y lo sabes muy bien, que aquí hay mas motivos para sonreir y menos para llorar, pero tu condición -la de persona- te hace ver mas excusas para llorar que razones para reír. Los ojos empañados sólo dejan ver las lágrimas que la lluvia no ayudará a secar, al contrario, tu mismo tendrás que hacer salir el sol.
Ahora el sol brilla como pocas veces lo ha hecho, brilla tanto que no hay ya lugar alguno tan oscuro como antes lo estuvo todo, brilla tanto que el cielo está de un color celestial, que la grama es aún mas verde. Sientes que todo tiene aún mas color del que hubieses podido ver, del que alguna vez te hubieses imaginado...
Así que no te arrepientas ni te sientas sobrecogido con tantas nuevas experiencias, no cierres los ojos y mucho menos empañes la vista, que no harás más que perderte de la vida misma.
Un paso adelante. Jamás, nunca jamás un paso atrás.
Si me pongo a observar qué es lo que hay de nuevo en mi vida, me doy cuenta de que no es mucho. Pero son esos detalles, los pocos que han cambiado los que la han hecho mucho mejor. Ahora la vida es aún mas "vivible", menos insufrible, me muevo más y con mayor libertad, paradójico que lo haga dentro de lo que es mi ínfimo espacio personal.
Ese lugar que es sólo nuestro, el "sanctum sanctorum" de nuestro espíritu y escencia, está mas brillante, pulido y majestuoso de lo que nunca había estado jamás, aunque aún le falta bastante trabajo.
Es simplemente esperanzador saber que no estás para nada sólo. Para tí, gracias.
Siempre han sobrado motivos para deprimirse, lo sabes muy bien, lo has vivido en la fragilidad del alma. Pero hey! abre los ojos, despierta, observa, percátate de la fuerza del espírtu, que aprende y se recupera. Siempre lo has sabido y lo sabes muy bien, que aquí hay mas motivos para sonreir y menos para llorar, pero tu condición -la de persona- te hace ver mas excusas para llorar que razones para reír. Los ojos empañados sólo dejan ver las lágrimas que la lluvia no ayudará a secar, al contrario, tu mismo tendrás que hacer salir el sol.
Ahora el sol brilla como pocas veces lo ha hecho, brilla tanto que no hay ya lugar alguno tan oscuro como antes lo estuvo todo, brilla tanto que el cielo está de un color celestial, que la grama es aún mas verde. Sientes que todo tiene aún mas color del que hubieses podido ver, del que alguna vez te hubieses imaginado...
Así que no te arrepientas ni te sientas sobrecogido con tantas nuevas experiencias, no cierres los ojos y mucho menos empañes la vista, que no harás más que perderte de la vida misma.
Un paso adelante. Jamás, nunca jamás un paso atrás.