martes, junio 03, 2008

Edgar antes

Edgar antes escribía en este Blog, vertía sus ideas, quitaba presion a su vida, se sacaba una que otra carcajada, ejercitaba el lóbulo izquierdo, se ponía creativo y se diversificaba!

Aún lo hace, aún se rie de la nada por alegrarse el momento. O deja de pensar a ratos, para hacer como si no hubiese nada que hacer! pero sabe que no es cierto. Lo que hay que hacer es mucho.

Empezando por dejar atrás el sectarismo social-amistoso que tiene montado. Es hora de que vea caras nuevas! Caras que lo entiendan mucho mejor de lo que la gran mayoría lo hace.

Edgar necesita volver a escribir en su Blog =)

sábado, noviembre 24, 2007

Respuesta a un compañero oficialista

"Y así gane el Sí (que dudo que puedan hacerlo sin boicot o trampa, y ojo que es primera vez que la van a necesitar, pero de que la necesitarán la necesitarán) yo me declararé en desconocimiento absoluto de esa constitución. Por antentar contra el derecho humano a la libre asociación y en general a la libertad política. Mi NO irá mas allá del 2D, y me agarraré de los principios fundamentales de la actual carta magna.

Letra que incluso ME EXIGE como venezolano defenderla ante cualquier ataque autocrático o que atente contra los derechos. Lee el art. 350 de la constitución.

La ley podra ser ley, pero sin legimitidad pierde fuerza. Me convertiré en un ser ILEGAL entonces, como todo aquel que se este oponiendo, pero mas legitimizado que nunca.

Bien erguido y con la cabeza en alto, no rodilla en el suelo y subordinado como tu, como el propio lacayo. ¡Que la historia les de sentencia!"

Y decía José Martí, el gran Procer Cubano:

"Cuando hay muchos hombres sin decoro hay siempre otros que tienen en sí el decoro de muchos hombres. Estos son los que se rebelan con fuerza terrible contra los que roban a los pueblos su libertad, que es robarles a los hombres su decoro. En esos hombres van miles de hombres, va un pueblo entero, va la dignidad humana"

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miércoles, agosto 15, 2007

Todos los venezolanos (bis)

"(...)todos los venezolanos(...)
(...)todos los venezolanos(...)
(...)todos los venezolanos(...)
(...)todos los venezolanos(...)
(...)todos los venezolanos(...)
(...)todos los venezolanos(...)
(...)todos los venezolanos(...)"
Estamos en medio de un momento histórico, esta tarde el Presidente de la República presentará su propuesta de reforma constitucional.

Pero todo a su momento, todavía no han habido pronunciamientos, aunque yo ya me he puesto a pensar. Y es que viendo la alfombra roja, el preámbulo al importante discurso, a través del canal del estado, me he dado cuenta la increíble cantidad de veces que la frase todos los venezolanos ha sido usada por los simpatizantes del oficialismo.
"(...)todos los venezolanos(...)
(...)todos los venezolanos(...)
(...)todos los venezolanos(...)"
La sociedad venezolana se encuentra inmersa en un falso ambiente de unanimidad, todo bien propulsado por la gigantesca maquinaria mediática del gobierno.

A la gente ciertamente le parece una banalidad (molesta, pero banalidad al fin) ese empeño del gobierno en pintar todo de rojo. Y no estoy hablando en forma figurativa, me refiero al pigmento rojo de verdad.

¿Cúantos no hemos notado con decepción los aparentemente innecesarios cambios en el metro?¿Cuántos de nosotros hemos dejado pasar por debajo el uniformamiento de todos y cada uno de los funcionarios públicos?¿Cuántos de nosotros hemos notado la exagerada cantidad de publicidad en los medios impresos? ¿Quién se ha puesto a contar la realmente increíble cantidad de vallas pagadas por los Ministerios de Infraestructura, Energía y Petróleo, y Participacion Popular y Desarrollo Social?.
"(...)todos los venezolanos(...)
(...)todos los venezolanos(...)
(...)todos los venezolanos(...)"
Creo que pocos de nosotros nos hemos puesto a analizar lo que implica este bombardeo mediático. Un bombardeo que nos da la falsa sensación de unanimidad y que se empeña en borrar todo rastro del pasado cuartorepublicano.

Sucede en realidad en Venezuela, que muchos creemos que todos los venezolanos son oficialistas. Esto es falso de toda falsedad.

El chavismo, tanto en sus decadente esfera de poder como en su amplica base de apoyo popular, siempre se ha identificado a sí mismo como "todo el pueblo venezolano". Cuando ahí, en nuestras narices, los resultados electorales siempre han dicho lo contrario. Cuatro de cada seis venezolanos no votó por el actual mandatario.

Y es que cualquiera está en la libertad de simplificar, casi siempre por una cuestion de comodidad o informalidad, a una mayoría aplastante como un todo. Pero sucede aca que, por un lado, no hay tal mayoría aplastante (cosa que profundizaré en otro post) y, por el otro, sucede también que esta facción política no lo dice con ligereza: es su corazón y resulta por lo tanto en su verdad incuestionable.
"Venezuela ahora es de todos"
Según Oscar Schemel, director de la encuestadora Hintterlaces, "más del 70% (de los venezolanos) desea que surja un nuevo liderazgo; más del 80% critica la confrontación con Estados Unidos; más del 80% cuestiona los ataques a la propiedad privada; más de 80% cuestiona la afirmación de que ser rico es malo, y casi 80% considera natural la existencia de empresarios y trabajadores".
"El pueblo da su apoyo irrestricto a la revolución"
El apoyo a la revolución ni es irrestricto, ni es aplastante. Es la compleja maquinaria mediática la que nos está dando esta impresión.

Se nos ha impuesto un paradigma de país, donde las clases populares dan su ciego apoyo a Hugo Chávez y donde sólo las clases "burguesas" se oponen al proceso. Se nos ha impuesto un paradigma de país donde no se da cabida a la diversidad, y empezamos a vernos los unos a los otros como parte de una uniformidad dominante. Ya no es polarización, ya es la monopolización del pensamiento.

Y como si esto fuera poco, a aquellos que con ellos no comulgamos -como mucho lo he denunciado en este espacio-, se nos quiere quitar la identidad. Es el secuestro a la identidad nacional por parte de una facción que en su médula bien podria apenas alcanzar a la mitad de la población. Ellos y sólo ellos son el pueblo, son todos.
"Con Chávez, el pueblo es el Gobierno"
Siendo menos divagante, debería concretar entonces que nos encontramos frente a un terrible sistema que poco a poco reprime la libertad de pensamiento desde su base. Cuando se nos quiere dar la ilusión de que todos piensan en un sentido, pocos se atraverán a pensar en un sentido opuesto.

Yo siempre he bromeado diciendo que al Ministerio del Poder Popular para la Comunicación e Información (MINCI) deberían cambiarle el nombre a "Ministerio de Propaganda". Parece ser que sin querer di con un hecho curioso.

Estas prácticas propagandísticas que siempre me ha gustado analizar, que han impuesto una falsa visión de uniformidad, que siempre han intentado reducir y simplificar al adversario (estudiantes burgueses, grupos escuálidos, cúpulas podridas, oligarquías), que se empeña en satanizarlo como asérrimo enemigo que busca robar el logro obtenido, que se multiplican casi exponencialmente y sin parar; tienen un inquietante reflejo teórico en los llamados Principios de Propaganda, elaborados por el Ministro de Propaganda Nazi: Joseph Goebbels.

Principios de Propaganda

  1. Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo.
  2. Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.
  3. Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. "Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan".
  4. Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.
  5. Principio de la vulgarización. "Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar".
  6. Principio de orquestación. "La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas". De aquí viene también la famosa frase: "Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad".
  7. Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
  8. Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.
  9. Principio de la silenciación. Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.
  10. Principio de la transfusión. Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.
  11. Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente de que piensa "como todo el mundo", creando una falsa impresión de unanimidad.

“Miente, miente, que al final algo quedará... ...cuanto mas grande sea una mentira más gente lo creerá..."
Joseph Goebbels
¿Cómo se puede luchar en contra de un sistema tan elaborado? Una máquina demasiado grande que taladra con fuerza en la percepción de este pueblo. ¿Cómo se hace para levantar esta supuesta uniformidad y hacer brillar la pluralidad que tanto necesitamos? El trabajo es arduo y es mucho.

Habrá que ir levantando voces mientras se despiertan las conciencias. Una sociedad "uniforme" no es imposible como nos ha demostrado la historia, es mas bien tan posible como frustrada y represiva. Habrá que preguntarse y hacerse preguntar a los demás:
"¿Todos los venezolanos?"

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viernes, agosto 10, 2007

El Metro en cuatro líneas

¡Que buena tarde tuve hoy! =) Dios me jugó una bien buena.

Hoy bajé temprano de la universidad y me encontré a las 3 de la tarde en Bellas Artes solo, con agenda en blanco y sin ningún interes en subir a casa.

Así que en una muestra del impulso que a veces me invade, me aproveché de un semáforo en rojo para decidir no cruzar la avenida hacia la parada de autobuses y di una vuelta para bajar a la estación de metro.

Estaba en el origen sin un destino. Vi el andén hacia el este: tan común, tan usual, tan abarrotado. Vi el andén hacia el oeste: tan llamativo, tan significativo, ¡tan aventurero! Así fue que decidí agarrar el tren con dirección a Propatria, una dirección que nunca tomo. Esa dirección para mi es siempre una tentación cuando quiero conocer, ver sitios nuevos, históricos sobre todo, insignias de esta urbe.

Hoy tan sólo quería viajar en el metro, admirar aún mas las entrañas de la ciudad y observar a esos detalles que sólo los ojos muy cuidadosos encuentran.

Fui hasta Capitolio ¿A dónde mas podría llegar cuando no tengo a dónde? y me sumergí en el pasillo de transferencia. Y si bien la escena de cientos de personas caminando casi al unísono dentro de un pasillo así de artificial es deshumanizante, el hacerlo mientras en el hilo musical se escucha "tú eres parte del millón cuatrocientosmil pasajeros diarios" no hace ningún favor.

Salí a El Silencio y choqué de frente con el característico olor. Nunca había usado esa estación desde o hacia la superficie, así que decidí subir por primera vez. Me topé con un mapa de la zona local bien interesante: no sólo aparecía la estación El Silencio, sino también Capitolio y el pasillo de trasferencia; ambas con sus salidas demarcadas.

Vi una que me llamo la atención: la salida a El Calvario. No se por qué me gustan tanto las salidas pequeñas e inesperadas. Debe ser porque entre tanto masivo, se sienten como lugares particulares, el metro llevado a la dimensión individual o qué se yo.

Era un pasillo algo parecido al de la transferencia. Muy largo, bastante estrecho y totalmente desierto. Pude escuchar claramente un tren de la Línea 1 pasando bajo mio. Salía a un minúsculo espacio donde ni siquiera había el habitual tablero con la M naranja y el nombre de la estación.

Di una vuelta a la manzana atravesando El Silencio y volví a entrar en la estación. Decidí viajar al suroeste, hasta donde la curiosidad me llevase; y aunque algunas veces hasta allá he viajado, la curiosidad me dejó en Zoológico. Y ya no era tanto curiosidad, ya era mas el placer que me causa viajar en metro por donde usualmente no lo hago, detallar estaciones y relacionar lugares.

Me encanta la vía a Zoológico, en especial el tramo Mamera-Caricuao. Me encanta viajar sobre viaductos entre montañas y edficaciones. Ver por la ventana el otro extremo del tren cuando se está sobre esas curvas y ver su plateado contrastar contra el verde de las lomas. Ahí hay unas lomas bonitas =), se siente uno como yéndose léjos de la metrópolis a bordo de ese tren tan urbano.

De vuelta hice un cambio y esperé en Mamera por un tren hacia Zona Rental. De nuevo recuerdo y no logro precisar por qué me gusta tanto ver al metro sobre la superficie. Viajé hasta Parque Central y ahí me bajé. Salí al exterior y caminé hacia el complejo.

Normalmente subo al nivel de la Av. Bolívar, pero esta vez me provocó pasar por el pasaje subterráneo que esta ahí. Lo atravesé y cuando estuve del otro lado, otra vez por el simple impulso, decidí usar el pasaje techado (ese que tiene la misma arquitectura que tiene la nueva sede de la GAN) hacia la Av. México.

Y así, en ese pasillo, tan de retruque, me topé con el libro "El Metro en cuatro líneas". ¡Como si alguien hubiese querido que esta tarde tan fuera de lo ordinario fuese la tarde en que yo me encontrase con el dichoso libro!

"El Metro en cuatro líneas" es un libro editado en 2004 por la C.A. Metro de Caracas. Es uno de esos libros grandes de tapa dura en los que uno se sumerge horas viendo fotos que cubren páginas enteras. Tiene material fotográfico excelente y muchos datos de la historia del sistema que resultan interesantes para los que siempre estamos como captivos por él.

Esta "usado" y lo estaba vendiendo un señor de esos que venden prácticamente todas las revistas que se encuentran; o lo que alguna mamá en un arranque de limpiza y orden desalojó del cuarto de algún hijo desprevenido.

Le pregunté que en cuánto lo vendía y mi asombro fue tal al escuchar "dame 20mil" ¡que casi de ipso facto le extendí un billete amarillo!. Estoy casi seguro que en una librería (cuando lo vendían, puesto que el tomo ya no se consigue) no hubiese bajado de 80mil =).

Así que aquí estoy con un libro que para mi es ahora prácticamente invaluable por poco que me haya costado. Es el sentido de haber obtenido lo justo en el momento preciso. Es la recompensa de Dios por mi devoción... ¡hacia el metro! jajajaja =).

PD: claro que le tengo devoción a Dios =) ¡pero él sabe que tenía que hacer el chiste!.

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martes, julio 31, 2007

El Metro como reflejo

Ayer nuestro Metro de Caracas vio manchada su historia, la vio amancillada entre aluminio por primera vez desde que entro en operación el 3 de enero de 1983, hace 24 años.

Como caraqueño, no puedo sino sentir indignación por el siniestro.

¿Cómo es posible que en este país los civiles hayamos perdido prácticamente todo derecho a ser parte del estado? La verdad siento una decepción muy grande. Ver como el metro decae en calidad del servicio mientras se le politiza sin ninguna vergüenza me da dolor.

Lo ultilizo y no puedo creerlo, sin embargo estando ahí puedo sentirlo. Esa extraña tensión en el aire, esa preocupación a voces silenciosas, ese sentir que el sinónimo de calidad, eficiencia y seguridad es falible. Que uno de los mas grandes íconos y orgullos de nuestra ciudad haya sido golpeado.

La identidad misma de muchos caraqueños ha sido golpeada.

El metro siempre fue imagen y reflejo de una Venezuela que puede ser, una Caracas civilizada, segura, limpia, ordenada y eficiente. Sigue siendo uno de los pocos espacios del encuentro y la pluralidad en una ciudad tan dividida.

Ahora es el reflejo de un completo secuestro de las instituciones. Una organización del poder que no conoce otra forma que la vertical y pretende aparentar lo contrario. Un país donde para poder trabajar para la comunidad desde el estado hay que ser o militar o militante.

Politización descarada, falta de prioridades e inconciencia por parte del las autoridades. Parece ser que el trabajo único de esta directiva roja rojita ha sido un masivo lavado cerebral, desconociendo de manera ignorante y abusiva décadas de estudio. Y se los digo con toda propiedad, porque los "cambios de imagen" no han resultado ser mas que cuestiones superfluas, sin estudio previo y rompiendo con todo lo que alrededor del mundo y aquí en Venezuela se ha aprendido acerca de la señalización en sistemas de transporte masivo. Es aplastar el pasado, negarlo y enterrarlo.

Patio de Talleres 1 en Propatria trabaja con las uñas y a contra reloj, con un grandísimo déficit en el presupuesto gracias a las políticas sobresubsidiarias.

Sin embargo, el dinero para poner los motores a máxima revolución se consigue.

¿Cuantos fondos iremos a tocar los venezolanos y en especial los caraqueños para percatarnos del peligro que tenemos delante y las sombras que se nos ciernen? Ideologización y exclusión civil se nos enfrenta. Jamás pensé que el metro sería herramienta de esta ofrenta, pero lamentablemente lo es.

Ya nos tocará a generaciones posteriores revertir los daños y recuperar lo perdido. Los que nos quedamos, porque otros no tan optimistas (o mas bien osados) debén estar ahora mismo en el RWY 09 del Simón Bolívar Intl' rumbo a mayores oportunidades, al reconociemiento de su constancia, estudio y trabajo.

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lunes, julio 09, 2007

Exclusión no es Justicia

Como respuesta al post anterior, un anónimo dejó esto:
Soy Colombiano y excluido en mi pais, la historia que cuentas me ha llamado poderosamente la atencion, la verdad como ustedes se sienten en su pais, nos sentimos los excluidos en Colombia, cuando tu pasas por los parques y avenidas, asi mal vestidos y morenos como nosotros, los policias nos detienen a cada rato, nos hostigan y nos requizan pensando que somos ladrones y hasta las señoras muy perfumadas ellas, y los señores bien vestidos le dicen a los policias que nos detengan y que nos lleven bien lejos, que no nos quieren ver mas por ahi, aqui en Colombia le pasa eso a la gran mayoria de mi pueblo, ellos son escluyentes y ademas son muy ricos, y la verdad nos humillan constantemente y lo peor, son dueños de empresas pero nunca nos dan trabajos dignos, siempre quieren que les trabajemos pero sin ningun tipo de responsabilidad, pero te cuento que se dan el lujo estos industriales de coleccionar centenares de hojas de vida, y te las muestran diciendo, pero mira que esta persona me hace el trabajo mas barato, y asi ni modo, nos explotan.

Yo pienso que en tu pais ocurria lo mismo, con las gentes humildes y ellos se cansaron seguramente y hoy tienen con toda razon, como una rabia acumulada contra esas gentes ricas que siempre mandaron en tu pais y ahora son ellos, los pobres los que por fin alguien que los valora les da la posibilidad de participar de las riquezas de ese pais, porque ahora si PDVESA si es del pueblo segun las noticias aqui en Colombia, porque antes se la repartian entre los privilegiados de tu pais y para el pueblo, hambre y miseria.

Por eso no me preocupa que el 0.001% de tu pais o sea a la Oligarquia ahora sufran lo que tu pueblo sufrio por muchisimos años.
El resentimiento y el odio no son sentimientos justificables en ningún sentido.

Si bien el resentimiento popular fue necesario para la reivindicación de los derechos de las masas populares, hemos llegado a un punto donde a 9 años de inciado el proceso, en resentimiento ya no guarda ningún sentido.

Primero porque las oligarquías o se fueron del país o estan trabajando (en total desfachatez e hipocresía) con el gobierno.

Segundo, porque no es un 0.001% el que es excluido. ¡Ojala así fuese! La verdad es que somos excluidos todos los que no estamos con la revolución, sin distinción de posición económica, raza o color nos llaman a todos oligarcas, escuálidos, infofrénicos, disociados, imperialistas, niños ricos, apátridas.

He de decirte que no somos pocos, representamos 37.16% del electorado. A todos se nos intentan negar los cargos públicos, se nos denigra, se nos resiente y se nos intenta excluir.

Ese es el problema de la izquierda insensata: quiere de hacer de todo una lucha de clases. Y bajo una unanimidad ilusoria, oprime a los pensamientos disidentes.

La Democracia, como he dicho muchas veces fuera de este blog, no es un sistema donde la mayoría aplasta y se sobrepone. La Democracia es un sistema donde la mayoría elige y a la minoría se le resguarda, incluso si esa misma minoría guarda valores antidemocráticos; ella debe su existencia al disenso y no al consenso. Es cuestion de derechos y valores humanos fundamentales.

Justicia Social no es tomar resentida venganza sobre los que una vez "oprimieron". Y digo "oprimieron" porque en realidad son pocos los opresores que jercen el poder. La verdad es que todos, todas las clases por igual terminan siendo víctimas de un sistema injusto y opresor (tema de otro post).

Justicial Social es hacer del sistema uno totalmente incluyente, no intercambiar papeles y volcar la exclusión hacia aquellos que, queriéndolo o no, fueron beneficiados. Justicia Social es enseñar al oprimido que ya no tiene que serlo y sentar las bases para que la injusticia no vuelva a incurrir. Es enseñar al pueblo, a toda clase por igual; no enzañarlo en una lucha de clases.

lunes, junio 04, 2007

¡A vencer las sombras!

La Plaza Bolívar de mi amada ciudad capital: un lugar público y emblemático, en otrora escenario de retretas y fiestas, en mi infancia un lugar para jugar. Hermoso emblema de la historia venezolana y latinoamericana, escenario de debates y disputas, tierra fértil para la siembra del futuro, actor y espectador de nuestra independencia y de la lucha por la democracia. Democracia que con fuerza intentamos aferrar, pero que parece escaparse por entre los dedos.

Hoy el oficialismo me expulsó de la insigne Plaza Bolívar de Caracas. ¿El motivo? Si a profundo vamos, podría atribuírsele a la satanización que, apoyada en alimentar un resentimiento social insaciable, el Presidente de la República (si es que queda república...) hace a cualquiera que difiere de su pensamiento.

Si a lo circunstancial vamos: venía con dos amigos de una marcha. Yo cargaba un silbato al cuello; mis amigos: uno una gorra negra con el logo de RCTV y el otro una bandera tricolor sobre el bolso. He de decir que todo esto me traía sin cuidado: ignoraba por completo que podíamos ser blanco del excomulgo bolivariano (haciendo referencia a histórico lugar, puesto que con ese "bolivarianismo" muy pocas veces he comulgado).

La verdad jamás pense verme en peligro por transitar en la Plaza Bolivar de mi ciudad con una bandera encima. Pero así sucedió... apenas pisamos la esquina de Torres unos Policaracas se nos acercaron y nosotros les atendimos bastante desconfiados. Nos dijeron como a manera de advertencia que no pasásemos por ahí.

Momentos antes uno de mis acompañantes había metido su bandera en el bolso, y recuerdo haberle reprochado "¿Qué te pasa? ¿Quién dice que no puedes pasar por tu Plaza Bolívar con la bandera de Venezuela?" pareció haber él advertido lo que mi ingenuidad y credulidad en una tolerancia inexistente no pudo.

No entendía yo entonces la advertencia de los policias motorizados, hasta que un hombre dió un gritó que se pudo haber escuchado en Padre Sierra: "¡GOLPISTAS!" y enseguida una horda de franelas rojas salió al encuentro. Yo me volteé y ni mire, lo único que llegue a ver fue a los policias en sus motos tratar de frenar a aquellas personas.

Nos devolvimos a paso apresurado los tres, temblando del susto mientras nos gritaban: "¡ALLÁ VAN LOS GOLPISTAS! ¡AGÁRRENLOS!, ¡FUERA DE AQUÍ!". Decían improperios, nos gritaban, se reian, nos insultaban y seguían riendo...

Yo hice caso omiso, me hice el sordo: preferí no escuchar... Caminé a Madrices incrédulo de lo que acababa de suceder... esa calle la conozco muy bien, forma parte de mi historia, y aún se me hace imposible creer que lo que para mi siempre fue tan familiar se me haya arrebatado.

No puedo entender el odio de esa gente o por qué intentaron atacar. No puedo creer que no pude pasar por mi Plaza Bolívar por tener una bandera de la patria... No puedo entender hacia donde va encaminado este país donde el cinismo del gobernante siembra odio y alimenta resentimientos mientras otros pocos intentamos (muchas veces en vano) hacer entrar en razón; y no la "razón" ideológica, sino, mas humildemente, una inevitable claúsula de la convivencia humana: hay que tolerarse.

Sólo puedo sentir pena por aquella gente y pensar que si lucho, también lucho por ellos. Lo único que me da aliento es el grito siempre esperanzador de aquella insigne Alma Mater, la que forjase la historía de este país desde 1928: "Universidad Central de Venezuela: La casa que vence las sombras...".

Habremos los universitarios de vencer entonces las sombras que se ciernen sobre este pueblo. Las sombras de la intolerancia, del odio y la violencia. Las sombras de la represión.

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