miércoles, agosto 15, 2007

Todos los venezolanos (bis)

"(...)todos los venezolanos(...)
(...)todos los venezolanos(...)
(...)todos los venezolanos(...)
(...)todos los venezolanos(...)
(...)todos los venezolanos(...)
(...)todos los venezolanos(...)
(...)todos los venezolanos(...)"
Estamos en medio de un momento histórico, esta tarde el Presidente de la República presentará su propuesta de reforma constitucional.

Pero todo a su momento, todavía no han habido pronunciamientos, aunque yo ya me he puesto a pensar. Y es que viendo la alfombra roja, el preámbulo al importante discurso, a través del canal del estado, me he dado cuenta la increíble cantidad de veces que la frase todos los venezolanos ha sido usada por los simpatizantes del oficialismo.
"(...)todos los venezolanos(...)
(...)todos los venezolanos(...)
(...)todos los venezolanos(...)"
La sociedad venezolana se encuentra inmersa en un falso ambiente de unanimidad, todo bien propulsado por la gigantesca maquinaria mediática del gobierno.

A la gente ciertamente le parece una banalidad (molesta, pero banalidad al fin) ese empeño del gobierno en pintar todo de rojo. Y no estoy hablando en forma figurativa, me refiero al pigmento rojo de verdad.

¿Cúantos no hemos notado con decepción los aparentemente innecesarios cambios en el metro?¿Cuántos de nosotros hemos dejado pasar por debajo el uniformamiento de todos y cada uno de los funcionarios públicos?¿Cuántos de nosotros hemos notado la exagerada cantidad de publicidad en los medios impresos? ¿Quién se ha puesto a contar la realmente increíble cantidad de vallas pagadas por los Ministerios de Infraestructura, Energía y Petróleo, y Participacion Popular y Desarrollo Social?.
"(...)todos los venezolanos(...)
(...)todos los venezolanos(...)
(...)todos los venezolanos(...)"
Creo que pocos de nosotros nos hemos puesto a analizar lo que implica este bombardeo mediático. Un bombardeo que nos da la falsa sensación de unanimidad y que se empeña en borrar todo rastro del pasado cuartorepublicano.

Sucede en realidad en Venezuela, que muchos creemos que todos los venezolanos son oficialistas. Esto es falso de toda falsedad.

El chavismo, tanto en sus decadente esfera de poder como en su amplica base de apoyo popular, siempre se ha identificado a sí mismo como "todo el pueblo venezolano". Cuando ahí, en nuestras narices, los resultados electorales siempre han dicho lo contrario. Cuatro de cada seis venezolanos no votó por el actual mandatario.

Y es que cualquiera está en la libertad de simplificar, casi siempre por una cuestion de comodidad o informalidad, a una mayoría aplastante como un todo. Pero sucede aca que, por un lado, no hay tal mayoría aplastante (cosa que profundizaré en otro post) y, por el otro, sucede también que esta facción política no lo dice con ligereza: es su corazón y resulta por lo tanto en su verdad incuestionable.
"Venezuela ahora es de todos"
Según Oscar Schemel, director de la encuestadora Hintterlaces, "más del 70% (de los venezolanos) desea que surja un nuevo liderazgo; más del 80% critica la confrontación con Estados Unidos; más del 80% cuestiona los ataques a la propiedad privada; más de 80% cuestiona la afirmación de que ser rico es malo, y casi 80% considera natural la existencia de empresarios y trabajadores".
"El pueblo da su apoyo irrestricto a la revolución"
El apoyo a la revolución ni es irrestricto, ni es aplastante. Es la compleja maquinaria mediática la que nos está dando esta impresión.

Se nos ha impuesto un paradigma de país, donde las clases populares dan su ciego apoyo a Hugo Chávez y donde sólo las clases "burguesas" se oponen al proceso. Se nos ha impuesto un paradigma de país donde no se da cabida a la diversidad, y empezamos a vernos los unos a los otros como parte de una uniformidad dominante. Ya no es polarización, ya es la monopolización del pensamiento.

Y como si esto fuera poco, a aquellos que con ellos no comulgamos -como mucho lo he denunciado en este espacio-, se nos quiere quitar la identidad. Es el secuestro a la identidad nacional por parte de una facción que en su médula bien podria apenas alcanzar a la mitad de la población. Ellos y sólo ellos son el pueblo, son todos.
"Con Chávez, el pueblo es el Gobierno"
Siendo menos divagante, debería concretar entonces que nos encontramos frente a un terrible sistema que poco a poco reprime la libertad de pensamiento desde su base. Cuando se nos quiere dar la ilusión de que todos piensan en un sentido, pocos se atraverán a pensar en un sentido opuesto.

Yo siempre he bromeado diciendo que al Ministerio del Poder Popular para la Comunicación e Información (MINCI) deberían cambiarle el nombre a "Ministerio de Propaganda". Parece ser que sin querer di con un hecho curioso.

Estas prácticas propagandísticas que siempre me ha gustado analizar, que han impuesto una falsa visión de uniformidad, que siempre han intentado reducir y simplificar al adversario (estudiantes burgueses, grupos escuálidos, cúpulas podridas, oligarquías), que se empeña en satanizarlo como asérrimo enemigo que busca robar el logro obtenido, que se multiplican casi exponencialmente y sin parar; tienen un inquietante reflejo teórico en los llamados Principios de Propaganda, elaborados por el Ministro de Propaganda Nazi: Joseph Goebbels.

Principios de Propaganda

  1. Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo.
  2. Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.
  3. Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. "Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan".
  4. Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.
  5. Principio de la vulgarización. "Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar".
  6. Principio de orquestación. "La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas". De aquí viene también la famosa frase: "Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad".
  7. Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
  8. Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.
  9. Principio de la silenciación. Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.
  10. Principio de la transfusión. Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.
  11. Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente de que piensa "como todo el mundo", creando una falsa impresión de unanimidad.

“Miente, miente, que al final algo quedará... ...cuanto mas grande sea una mentira más gente lo creerá..."
Joseph Goebbels
¿Cómo se puede luchar en contra de un sistema tan elaborado? Una máquina demasiado grande que taladra con fuerza en la percepción de este pueblo. ¿Cómo se hace para levantar esta supuesta uniformidad y hacer brillar la pluralidad que tanto necesitamos? El trabajo es arduo y es mucho.

Habrá que ir levantando voces mientras se despiertan las conciencias. Una sociedad "uniforme" no es imposible como nos ha demostrado la historia, es mas bien tan posible como frustrada y represiva. Habrá que preguntarse y hacerse preguntar a los demás:
"¿Todos los venezolanos?"

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viernes, agosto 10, 2007

El Metro en cuatro líneas

¡Que buena tarde tuve hoy! =) Dios me jugó una bien buena.

Hoy bajé temprano de la universidad y me encontré a las 3 de la tarde en Bellas Artes solo, con agenda en blanco y sin ningún interes en subir a casa.

Así que en una muestra del impulso que a veces me invade, me aproveché de un semáforo en rojo para decidir no cruzar la avenida hacia la parada de autobuses y di una vuelta para bajar a la estación de metro.

Estaba en el origen sin un destino. Vi el andén hacia el este: tan común, tan usual, tan abarrotado. Vi el andén hacia el oeste: tan llamativo, tan significativo, ¡tan aventurero! Así fue que decidí agarrar el tren con dirección a Propatria, una dirección que nunca tomo. Esa dirección para mi es siempre una tentación cuando quiero conocer, ver sitios nuevos, históricos sobre todo, insignias de esta urbe.

Hoy tan sólo quería viajar en el metro, admirar aún mas las entrañas de la ciudad y observar a esos detalles que sólo los ojos muy cuidadosos encuentran.

Fui hasta Capitolio ¿A dónde mas podría llegar cuando no tengo a dónde? y me sumergí en el pasillo de transferencia. Y si bien la escena de cientos de personas caminando casi al unísono dentro de un pasillo así de artificial es deshumanizante, el hacerlo mientras en el hilo musical se escucha "tú eres parte del millón cuatrocientosmil pasajeros diarios" no hace ningún favor.

Salí a El Silencio y choqué de frente con el característico olor. Nunca había usado esa estación desde o hacia la superficie, así que decidí subir por primera vez. Me topé con un mapa de la zona local bien interesante: no sólo aparecía la estación El Silencio, sino también Capitolio y el pasillo de trasferencia; ambas con sus salidas demarcadas.

Vi una que me llamo la atención: la salida a El Calvario. No se por qué me gustan tanto las salidas pequeñas e inesperadas. Debe ser porque entre tanto masivo, se sienten como lugares particulares, el metro llevado a la dimensión individual o qué se yo.

Era un pasillo algo parecido al de la transferencia. Muy largo, bastante estrecho y totalmente desierto. Pude escuchar claramente un tren de la Línea 1 pasando bajo mio. Salía a un minúsculo espacio donde ni siquiera había el habitual tablero con la M naranja y el nombre de la estación.

Di una vuelta a la manzana atravesando El Silencio y volví a entrar en la estación. Decidí viajar al suroeste, hasta donde la curiosidad me llevase; y aunque algunas veces hasta allá he viajado, la curiosidad me dejó en Zoológico. Y ya no era tanto curiosidad, ya era mas el placer que me causa viajar en metro por donde usualmente no lo hago, detallar estaciones y relacionar lugares.

Me encanta la vía a Zoológico, en especial el tramo Mamera-Caricuao. Me encanta viajar sobre viaductos entre montañas y edficaciones. Ver por la ventana el otro extremo del tren cuando se está sobre esas curvas y ver su plateado contrastar contra el verde de las lomas. Ahí hay unas lomas bonitas =), se siente uno como yéndose léjos de la metrópolis a bordo de ese tren tan urbano.

De vuelta hice un cambio y esperé en Mamera por un tren hacia Zona Rental. De nuevo recuerdo y no logro precisar por qué me gusta tanto ver al metro sobre la superficie. Viajé hasta Parque Central y ahí me bajé. Salí al exterior y caminé hacia el complejo.

Normalmente subo al nivel de la Av. Bolívar, pero esta vez me provocó pasar por el pasaje subterráneo que esta ahí. Lo atravesé y cuando estuve del otro lado, otra vez por el simple impulso, decidí usar el pasaje techado (ese que tiene la misma arquitectura que tiene la nueva sede de la GAN) hacia la Av. México.

Y así, en ese pasillo, tan de retruque, me topé con el libro "El Metro en cuatro líneas". ¡Como si alguien hubiese querido que esta tarde tan fuera de lo ordinario fuese la tarde en que yo me encontrase con el dichoso libro!

"El Metro en cuatro líneas" es un libro editado en 2004 por la C.A. Metro de Caracas. Es uno de esos libros grandes de tapa dura en los que uno se sumerge horas viendo fotos que cubren páginas enteras. Tiene material fotográfico excelente y muchos datos de la historia del sistema que resultan interesantes para los que siempre estamos como captivos por él.

Esta "usado" y lo estaba vendiendo un señor de esos que venden prácticamente todas las revistas que se encuentran; o lo que alguna mamá en un arranque de limpiza y orden desalojó del cuarto de algún hijo desprevenido.

Le pregunté que en cuánto lo vendía y mi asombro fue tal al escuchar "dame 20mil" ¡que casi de ipso facto le extendí un billete amarillo!. Estoy casi seguro que en una librería (cuando lo vendían, puesto que el tomo ya no se consigue) no hubiese bajado de 80mil =).

Así que aquí estoy con un libro que para mi es ahora prácticamente invaluable por poco que me haya costado. Es el sentido de haber obtenido lo justo en el momento preciso. Es la recompensa de Dios por mi devoción... ¡hacia el metro! jajajaja =).

PD: claro que le tengo devoción a Dios =) ¡pero él sabe que tenía que hacer el chiste!.

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