No sé, ya perdí la cuenta, pero ya van como que demasiados días sin tener conexión en la casa, y por ende, sin hacer ningún post, ya estoy empezando a desesperarme.
Estos últimos dos días han sido totalmente improductivos, a excepción por el hecho de que me metí en ultimate, estoy empezando a entrenar –cosa que es bastante rara- y creo que me está empezando a gustar –que es aún mas inusual-.
Hoy estaba pensando, o más bien preguntándome: ¿Por qué emprendo tantas cosas y terminaos tan pocas? Creo que ya es tiempo de que me ponga serio, y empiece a poner en orden mis prioridades, porque ya me está molestando la barriguita y tengo que empezar a ponerle empeño a matemática, que si termino como empecé, no me va a ir nada bien.
Hace ya un año que me decidí a rebajar, y en aquella ocasión lo hice, mucho y con mucho esfuerzo, ¿Ahora qué? ¿No puedo hacerlo de nuevo? Claro que puedo, pero es que no se lo que me pasa, que no logro concentrarme en mis metas, lo que hago es divagar, nunca digo que no, pero a veces digo sí con pocas ganas –tan pocas que no hago nada- y a veces con firmeza –que por lo general no dura demasiado-.
Tengo que empezar a crear hábitos, tengo que decidirme de una vez por todas, es más, no tiene porqué ser lunes, no tiene porqué ser la próxima semana, nunca tiene que ser para después, ahora mismo empiezo. En este mismo momento la ansiedad me mata, pero no, no voy a bajar, y si lo hago, lo hago para tomarme un vaso de agua. Y es más, para “distraerme” voy a empezar a repasar la clase de mate2 de hoy.
Tengo que decidirme, tengo que decidirme, ¡tengo que decidirme!
¡Lo voy a poner en la pantalla de mi cel! Quien, por cierto, ya acabó con su vida útil, pronto le llegará el sepelio –espero-. Fue fiel, sí, pero solo el primer año, y ya llevo dos con él. Debo decir que fue un gran desacierto de mi parte haberlo comprado, y lo caro que me costó…
Pero eso es ya parte de otra historia. Como lo es que hoy haya salido con Roberto, Mari y Ana C. al plazas las Ameritas. Que quede claro que yo estoy semi-recluido en el Valle de Sartenejal. Y que una salidita de cuando en cuando no sólo no hace daño, sino que es hasta sano y necesario. Pero no, mi papá lo primero que me dice por teléfono es que ando paseando mucho. En fin, esta vez –como pocas veces- haré caso omiso de su palabra ligera.
Ya se viene el 14/02 y todo lo que ello implica. Aunque yo soy bastante impredecible y tengo lapsos inexplicables de depresión –como todo el mundo espero-, no me gusta para nada eso de estar escribiendo trágicos trazos de desamor en un “Día de los Enamorados”; si este año no me toca, pues ya me tocará el próximo, o si no, el próximo y siempre habrá otra oportunidad para mí y para todos.
Con respecto a la amistad, pues ahí estoy, forjando hierros, y por como se ven las cosas, creo que no me está saliendo nada por lo menos deforme y maltrecho, aunque aún falta muchísimo tiempo para moldear “obras de arte”, es que uno nunca sabe como se le van dar los materiales, las herramientas y las circunstancias. You just never know.
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