¡Sequía creativa!
No se porqué, de verdad no se porqué, pero esta última semana he estado en un estado -valga la redundancia- ¡de total, absoluta y crítica sequía creativa!
Pero es que, sinceramente, en Valencia no he encontrado demasiadas cosas de las cuales sacar material para escribir, no hay gente extraña que haga cosas fuera de lo usual en la calle; ni señoras esas de pelos pintados y canas ocultas, que te hablen de su vida en el transporte público , empezando porque no hay transporte público.
¡Ah pero si me acabo de acordar de algo! Hace tiempo, no recuerdo exactamente cuándo (sólo sé que no tenia conexión a Internet...), conocí en la parada de metrobús de
Y allí empezó un viaje lleno de historias, de tips para llevar la vida, y de mucha metafísica, cosa en la cual no creo demasiado, pero tengo que admitir que en muchas cosas le doy a la señora la razón, cosas que creo he escrito aquí antes, como que siempre andamos a la defensiva; y como que tanta gente con tanto sentimiento de inseguridad, de miedo y de estrés encima, tan junta, no nos puede traer nada bueno.
Total, que acompañé a la elocuente señora desde
¡Yo que se los digo! cuando una señora les hable en el transporte público, préstenle atención siempre tienen algo interesante que decir, y casi siempre son una dulzura. Miren que el diablo sabe más por viejo que por diablo.
No quiero convertir este post en un potpurrí de cada cosa que irrumpe en mi mente, que no es que sean demasiadas, pero es que prácticamente ninguna es relevante y/o consecuente para futuras lecturas mías de mi blog. Así que au revoir!
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